martes, 29 de junio de 2010

El lejano oeste, no tan lejano

Globalización mundial-mundial de fútbol



Las nuevas y crecientes tecnologías han hecho que las personas se sientan cada vez más cercanas de aquello que en otro momento hubieran ignorado y que también se sientan parte y hasta compartan con gente de otros países y distintas culturas acontecimientos que ocurren en la “otra parte del mundo”. Todo esto hubiera sido imposible de ocurrir de no existir el fenómeno llamado “Globalización”.

La premisa fundamental de la globalización es que existe un mayor grado de integración dentro y entre las sociedades, el cual juega un papel fundamental en los cambios económicos y sociales que están teniendo lugar en el mundo entero.

Un ejemplo de esto es el mundial de fútbol que acontece cada cuatro años y que en esta ocasión se disputa en Sudáfrica en donde se puede ver a miles de personas de distintos países conviviendo en una misma ciudad dejando ver cada uno sus culturas y rituales propios como cábalas para que sus equipos seleccionados ganen los partidos.

Años atrás, la situación hubiera sido muy distinta ya que muchos de los aficionados hubieran tenido que conformarse mirando los partidos por TV (si es que tenían televisor) y no hubieran podido llegar hasta los estadios de fútbol aunque “el mundial” se disputara en su mismo país, lo que hacía que la pasión y el interés en el fútbol no sea el mismo que en estos tiempos.

Hoy esto ha cambiado, la gente llega en avión a ver los partidos, las empresas de turismo ofrecen “paquetes especiales” con “precios promocionales” para que se pueda viajar en familia sabiendo de antemano los lugares y hoteles a los que se va a acudir y además hacer un tour para conocer la ciudad de destino.
A su vez, las transmisiones de los partidos y las “previas” a ellos de parte de los distintos medios de comunicación que se encuentran instalados en la “ciudad del mundial”, muestran a las personas que miran televisión los distintos estadios y las calles repletas de gente de diferentes países, cada uno “con sus colores respectivos”, su euforia y sus cantos alegóricos, haciendo que el espectador se centre en ese canal y pueda sentirse parte de ello.

Respecto a los jugadores, la mayoría de los seleccionados juegan en el extranjero (si bien representan a su país en este momento) mientras que los únicos países que tienen a sus jugadores en equipos locales son Inglaterra e Italia. Distinto es el caso de los directores técnicos ya que algunos manejan selecciones de otros países, que pueden enfrentarse a los suyos.

Pero la imagen más vívida de esta globalización puede verse en la confluencia de 32 países y sus respectivos fanáticos unidos por una misma pasión pero con la exaltación propia del patriotismo nacional, pasión que también se observa en la emisión de imágenes locales no sólo de los países participantes, sino también del resto del mundo.

Es difícil encontrar un fenómeno más actual de globalización y de efectos políticos indirectos. Basta con ver el espectáculo de la televisión mundial, calculada en miles de millones de espectadores acumulados, más el de los diarios, y contemplar la convivencia pacífica en Sudáfrica de las diversas culturas mezcladas en un “crisol de razas”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario