¿¡Estamos ganando!?
Los medios como representantes de la realidad
Hablar de los medios de comunicación como meros representantes de la realidad social es muy simple y a la vez disfuncional. Muchos han sido los casos en que países enteros han sido víctimas de la tergiversación de información de parte de algunos medios (sino todos) o de, por qué no, la completa desinformación respecto a algún acontecimiento o suceso.
Tal es el caso de Argentina durante la Guerra de Malvinas que se desarrolló entre abril y junio de 1982 en donde la mayoría de los medios, reprimidos por la Dictadura Militar de turno (llámese “Proceso de Reorganización Nacional”) hablaban de un falso triunfo argentino, incierto e inexistente, manipulando a toda una nación tan crédula como ignorante.
La reacción de los medios fue un festival de patriotismo, triunfalismo exagerado y obsecuencia política. La mayoría de las publicaciones tomaron posición triunfalista, aceptando las normativas impuestas por el gobierno al periodismo: no se podía cuestionar la información proporcionada oficialmente.
A la vez, se estableció un sistema de censura previa: Se sugerían lemas: “no tenemos bajas”, “esta es la guerra de todos”, “estamos ganando”, además se prohibió en radios la transmisión de temas en inglés. De esta manera, comenzó un período de difusión masiva de rock nacional, dando lugar a músicos que antes se encontraban prohibidos.
Sólo tres periodistas argentinos fueron a las Malvinas a cubrir la guerra, uno de canal 7 y dos de la agencia estatal TELAM. Los medios oficiales eran controlados por el gobierno y no permitían filtrar ninguna noticia que se opusiera con el discurso de triunfalismo.
Uno de los mejores (y más conocidos) ejemplos de esto es el famoso “Estamos ganando” del conductor del noticiero “Sesenta Minutos” del entonces ATC (hoy canal 7), José Gómez Fuentes que, si bien no fue el único en pronunciarlo, sí lo hizo varias veces por el canal oficialista y hasta se demostró a favor del gobierno de facto.
Las revistas también hablaron de victoria, revistas como Gente o Somos, se llenaron con fotos de chicos de 18 años “dando la vida por la patria”, cuando la realidad era que esos chicos estaban solos y en desventaja total en comparación con los ingleses que tenían una tecnología de armas superior y estaban mucho más preparados y entrenados para la guerra, pero claro, esa parte no se sabría hasta el sorpresivo rendimiento argentino y la vuelta, triste y solitaria, de los sobrevivientes.
“Gente” también publicó en su tapa en uno de sus números la frase “estamos ganando”, sin embargo, las revistas Humor y La Semana no cayeron en este fervor triunfalista pero como consecuencia de tener su propio punto de vista sufrieron censuras y persecuciones a varios de sus periodistas.Una de las situaciones más claras del poder que tenían los medios de comunicación y la gran euforia argentina fue la gran cadena solidaria que se realizó cuando desde ATC se convocó a todo el pueblo a ayudar a los soldados: en 24 horas se recaudaron 22 mil millones de pesos, además de la enorme cantidad de joyas y alimentos que hasta el día de hoy no se conoce cuál fue su verdadero destino.
La falta de información del Estado hacia los medios estuvo ligada de una cierta complicidad de parte de éstos. Los mismos medios que no contaban con otra información más que la “impuesta” eran sumamente conscientes de las mentiras que publicaban pero no les importaba averiguar lo que pasaba realmente ya sea por miedo a las represalias o porque “gozaban” de esa manipulación que hacía feliz a una nación.
Una vez más un pueblo quedó enardecido en el engaño de aquel que debía protegerlo y acompañarlo en su derecho de saber la verdad. Desinformación, manipulación, triunfalismo y acompañamiento a la dictadura: con estas palabras se puede definir el papel que jugaron los medios de comunicación durante la guerra de Malvinas.
martes, 29 de junio de 2010
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