Ley 26.522 “Ley de medios”
La historia sin fin
El tema sobre la ley de medios de comunicación audiovisual ha traído (y trae) controversias desde fines del año pasado por su apresuramiento para elaborar una nueva ley que vendría a derogar la antigua Ley de Radiodifusión elaborada en 1980 durante la última dictadura militar argentina y por los cruces contraídos entre el Gobierno y el Grupo Clarín.
Lo cierto es que, apresurado o no, la nueva ley intenta disolver a los multimedios que, haciendo uso de su gran concentración de poder, condicionan la pluralidad informativa y el espacio público transmitiendo un mensaje único a las personas y obstruyendo toda posibilidad de libertad de la misma.
Es por este motivo que resulta urgente la aprobación de una nueva ley de medios que pueda respetar las diversidades defendiendo la libertad de construir empresas periodísticas como garantía de pluralismo.
Los medios de comunicación de masas generan opinión y marcan tendencias y muchas veces imponen los temas de la agenda política incidiendo en el funcionamiento de las instituciones, obteniendo de este modo, cada vez mayor poder e influencia en la toma de decisiones políticas de la nación argentina.
Muchos multimedios, como es el caso del grupo Clarín, se han refugiado bajo el falaz argumento de que con la aplicación de la nueva ley desaparecerían radios y canales de cable y miles de periodistas quedarían sin trabajo; esto no es así, nada desaparece, sólo que ese medio será comprado por alguna persona y de esta manera se estaría evitando la concentración de poder deshaciendo un oligopolio.
Bajo el lema ”ley de medios k” varios multimedios y grupos opositores, han mostrado su desacuerdo frente a la ley que se intenta legitimizar desde fines del año pasado con la idea de que favorece al Gobierno Kirchnerista que lo único que pretende es desbaratar monopolios para hacer otros que convengan al Estado.
A fines de 1989 se derogó el artículo 45 de la Ley de Radiodifusión 22.285 que prohibía a las empresas periodísticas gráficas el acceso a la Radio y la TV, artículo que cabe destacar de la “ley dictatorial de 1980” ya que el fin era evitar la concentración de poder e información en un mismo medio.
Durante la década del ’90 y con el apoyo del ex presidente Carlos Menem, el diario Clarín se fue convirtiendo en un grupo poderoso que logró una posición de liderazgo en el mercado argentino y latinoamericano, adquiriendo contenidos audiovisuales como canal 13, radio Mitre, señales de cable, producción cinematográfica y distribución de TV como Multicanal, Cablevisión y Direc TV entre otros.
Además de éste, algunos de los principales multimedios son: Diario La Nación (revistas Ahora Mamá, Rolling Stone), Editorial Atlántida (revistas El Gráfico, Gente, Para Ti), Editorial Perfil S.A. (revistas Noticias, Caras, Weekend), Grupo Vila-Manzano (Supercanal, canal 7 de Mendoza, canal 6 San Rafael).
Más allá de la opinión que se tiene sobre el Gobierno actual, si se está a favor o en contra de las políticas implementadas hasta ahora, hay que analizar la nueva ley, detenerse artículo por artículo (aunque suene aburrido) para entender de qué se trata y qué es lo que conviene para no quedarse sólo con lo que se escuchó en tal o cual medio.
Desde los distintos sectores políticos, pasando por grupos de multimedios hasta actores y músicos famosos se han encontrado distintas opiniones y argumentos que dan cuenta de una postura tanto a favor como en contra a cerca de la ley 26.522 “nueva ley de medios”.
Ésta ley, entre otras cosas, reglamenta un mínimo requerido de producción nacional garantizando el cine nacional en la televisión; se otorgan licencias por 10 años con posibilidad de renovar por otros 10 años más, luego habrá concurso; en el orden nacional las licencias llegarán a 24 siempre y cuando sea en distintas locaciones.
Se reserva el 33% de las localizaciones radioeléctricas planificadas, en todas las bandas de radiodifusión sonora y de televisión terrestres, en todas las áreas de cobertura, para las organizaciones sin fines de lucro. Además, los pueblos originarios serán autorizados para la instalación y funcionamiento de radios AM y FM así como de señales de televisión abierta.
Escuchar “las dos campanas” y emitir una opinión, elaborar una idea y argumentar una postura, sólo de esa manera se logra evitar que ese mensaje único que transmiten los medios no se convierta en una simple posición que sólo refleja la repetición de información (verdadera o incierta) de lo que se escucha, se lee o se ve, o las tres cosas juntas.
Hace ya varios años los medios de comunicación han dejado de ser el “cuarto poder” que venía a proteger a los ciudadanos y a evitar el abuso de los otros tres para ocupar uno de ellos y de esta manera servirse a sí mismo, a su criterio y en pos de sus conveniencias de acuerdo a las competencias de mercado.
La cuestión sería, entonces, que el Estado garantice el respeto y cumplimiento de los derechos de las personas obligando a que se cumplan las leyes y así evitar la concentración de poder cumpliendo de esta manera su rol como tal. Lograr una armonía entre el Estado y los medios de comunicación para que ambos garanticen la libertad de información y de expresión como debe ser en un país democrático como lo es la República Argentina.
jueves, 24 de junio de 2010
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esa es mi amiga!! ahora tiene blog propio!!! es por hobbie o tiene q ver con la facu?? jaja
ResponderEliminarte quiero nenis!!! =)